No nacimos para morir

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No sabría en que tiempo sucedió esto, sé que no fue ayer, pero también que paso mucho antes. A veces hay momentos en que llamas a una vieja encrucijada y no contesta.

Ante la insistencia y la imagen de un perro cubierto por una manta, dije: ¡sal!

El carro dio la vuelta y le pedí regresar al mismo lugar donde lo había tomado, lugar donde minutos antes me había sentido muy susceptible pero a la vez muy libre.

Cuando baje del auto, y camine en dirección al lugar, un lugar donde dance  en alguna oportunidad un tema de carole King, un lugar donde vi nacer y morir a Ian curtis en una tv, un lugar que quizás no existe, pero se inventa en mi cabeza.

El carro me detuvo, abrió la puerta y me hizo entrar, su rostro yacía cansado por las horas de la madrugada, la piel parecía carcomida por murciélagos, en el cuello una manta que me hizo recordar a una anciana y el desorden de mi cabello que se cubría en la capucha.

El carro avanzo mientras yo contaba mi historia, llena de ira y cólera, pero mientras mas avanzaba a casa, me sentía en otro lugar, los edificios se tornaron casa de arboles , la pista era una humedad de playa en el amanecer, los pocos carros que acompañaban a esa hora, vestían de jim morrison, janis joplin, amy winehouse, jhon lennon, entre otros y cantaban en torno al sonido del auto alguna melodía que cada minuto me drogaba mas.

La botella de agua que hacia en mi costado, fue tomada por la encrucijada y bebida, era como alcohol en mi mente o quizás un elixir de felicidad, deje que mis palabras se acabaran con la madrugada para quedarme quieto en el lugar donde siempre empiezo y termino estas historias.

El campo de marte, extendió sus brazos, me sentía tan pequeño pero tan rico a la vez, me cobijo un gran árbol al que le tome muchas fotos, el sonido de los extraños mascando sus palabras y sus historias entraban por mi oído, y les agradecía, quizás encrucijada era mayor que yo, pero entendí tan perfectamente esa historia que todos tenemos, la historia del primer amor, de la primera decepción y de la madurez que se irrita en el miedo de la soledad. Fumar un cigarro me hubiera sentado muy bien, pero sabía que no debía hacerlo. Dando la vuelta me puse a mear en la calle, el calor de orinar se sentía hasta mis pulmones, que desee orinar toda la vida.

Cuando las historias se acabaron, cuando la música se volvió la búsqueda de un objeto perdido en medio de la oscuridad, el sonido del piano que entre las manos buscaba mi pertenencia, termino dirigiéndome hacia mi hogar, avergonzado por quizás no brindar como era debido, el camino se tornaba oscuro, la voz de lana del rey en la canción Born to die, era lo único rescatable, como también lo más mortal, porque en el videoclip sucede una tragedia en ese viaje. Pero quizás si había tragedia, la tragedia de vivir, de aprender a ser mejor y aprender a perdonar, y aprender a decir: lo siento.

Encrucijada apurado como siempre,  repetía en su terquedad querer tenerlo todo cuando quisiera, y yo le dije: no presiones las cosas, siempre hay alguien para alguien. Hubiera querido ver una sonrisa luego de ese pensamiento, pero solo recuerdo esperaba terminara la canción.

Nacimos para morir, es una lógica muy simple es algo obvio, pero en el intermediario de ambas, se encuentra el motivo por el cual morir, morir por lograr ser famoso, por tener un nobel, por tener amigos, por perdonar, por enseñar, por ser feliz y hasta por  amar, me resisto,  y me digo: gracias por cada pequeña cosa que va pasando, gracias por la familia, las amistades, el amor que tengo y sobre todo por hacer que ante tantas circunstancias siga siendo lo que soy, como fue que empezó este blog: un sabroso y jugoso arándano.

Encrucijada tomo un beso mio, aun los recuerdos se quedan en mi cama, aun la noche se hace más fría, las disculpas salen en la madrugada, las promesas las desayuno y volverte a ver pronto será el mejor presente de cumpleaños, quizás no de la manera tangible, pero si en los pensamientos en que al soplar mis velas, recuerde que si hay personas que valen la pena conocer en esta vida, gracias por llevarme a casa Ian Curtis tu eres una de ellas y mi consejo: no nacimos para morir, nacimos para ser tercos , para seguir jodiendo,  para ser siempre felices.

 ¿Todo fue un sueño o paso en realidad?

1 comentarios:

Parlante Rock dijo...

Hola arandano. hace poco descubri a carole king y me da mucha curiosidad saber que tema fue al que te referias en tu entrada. Saludos, gracias por leerme.

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